¿ACTUALIZACIONES QUE MATAN?
Las actualizaciones del sistema operativo en ordenadores,
tabletas o Smartphone no siempre son una bendición.
Si el dispositivo en cuestión es de gama baja, muchas veces se queda sin las
grandes actualizaciones, por motivos obvios: su hardware es tan limitado que
solo pueden funcionar bien con el sistema inicial. Cualquier mejora que suponga
más necesidad de memoria RAM o de procesador será fatal para un equipo que
funciona a duras penas con el hard que trae de fábrica.
En cambio, si el dispositivo es de gama alta y va sobrado de recursos, mejorará
notablemente con las actualizaciones e incluso irá más rápido.
PERO TODO TIENE UN LÍMITE
En los ordenadores con chip Intel, hoy día, (después del
caso Windows Vista, por ejemplo) es más común que los nuevos sistemas necesiten
incluso menos o los mismos recursos que el anterior y todo vaya sobre ruedas
(como Windows 8). Cuando se quedan viejos, un Sistema Open Source ligero suele
ser la solución. En las tabletas y Smartphone, con chip ARM, en cambio, las
cosas van peor.
Android, en mi ya larga experiencia (Asus Transformer, LG Optimus 2x y HTC
Wildfire S) va muy mal en gama MEDIA y BAJA después de la primera
actualización, que suele ser la última. El Sistema exige recursos ingentes ya
de por sí (varios núcleos, baterías, enormes…) para ser fluido y aguantar todo
el día. Tras actualizarse una vez, el rendimiento suele ser decepcionante.
iOS dura un par de años hasta que dejan de poder
actualizarse muchas cosas y finalmente te quedas sin actualizar el SO. Mi
“viejo” iPad hace ya tiempo que se quedó en iOS 5.1 y van por el 7.
Windows RT es aun un misterio, ya que tiene un año
solamente. Acaba de recibir su actualización primera (8.1) y el resultado es
fantástico (ver vídeo). ¿Ira el sistema degradándose durante este segundo año?
Lo veremos y os lo contaré.
De momento os dejo con el excelente rendimiento del chip Tegra 3 con Windows RT
8.1 en mi Asus Vivotab RT.
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